Alcala de Henares - Las Castillas (Calle Castillo de Siguenza)

Es una ruta "a la carta" para un amiguete que tiene un chalet en Las Castillas y no sabía cómo llegar en bici. Es la segunda ruta que hago para llegar a ese punto. La primera vez iba sin mapas y no encontré por donde entrar.

La ruta es prácticamente plana. Solo hay una zona con desnivel, el monte entre Camarma de Esteruelas y Serracines. Hay que cruzar el Torote cinco veces, tres por vados y dos por puentes. El arroyo Valdemoras se cruza por vado.

Hasta Serracines vamos por caminos rurales. Vadeamos por primera vez el Torote y pasamos por detrás de los últimos chalets hasta un camino de tierra muy ancho. Seguimos ese camino a la derecha, en dirección Alcalá, y pasamos un puente que lo hace girar otra vez hacia Valdeavero entre unas fincas. Al final de las fincas giramos a la izquierda y seguimos un sendero por el Torote, en ocasiones bastante cerrado, hasta llegar a una torrentera y luego al camino de Valdeavero a Ribatejada. Desde aquí doblamos en dirección a Ribatejada y, antes de cruzar el puente (hecho con tubos), giramos a la derecha por una senda de cazadores. Entramos en una zona en que casi se pierden las sendas. Hay que tirar por la de la derecha que la otra termina en un cenagal. Volvemos a vadear el Torote y encontramos enseguida la senda por el otro lado. Llegamos al camino de Ribatejada a Torrejón del Rey, lo cruzamos y seguimos paralelos al rio hasta llegar a los dos puentes de la carretera N-320, el que está en servicio y el puente viejo. Cruzamos por el puente viejo tras sortear unos bloques de cemento que han puesto para impedir el paso de vehiculos. Por el otro lado del puente, seguimos paralelos a la carretera por un camino a la izquierda, dejamos atras el desvío a Galápagos a la derecha. Continuamos hasta encontrar un camino en el lado derecho de la carretera y cruzamos con precaución, que hay tráfico. Por ese camino, vadeamos el arroyo Valdemoras y continuamos hacia la izquierda llegando a Las Castillas.

AGRADECIMIENTOS:
Al personal del 112 que me atendió a la vuelta de esta ruta en Serracines. Me dio un corte de digestión bestial, quedandome en el suelo temblando de pies a cabeza y sin poder moverme. Entonces no sabía que me pasaba y me encontraba tan mal que los llamé. Me supo bastante mal que cinco minutos antes de llegar el helicóptero me pusiera a devolver y después casi estaba normal. El personal sanitario, como la pareja de la Guardia Civil que llegó después me miraban incrédulos, pero cinco minutos antes estaba que me moría.
También agradezco al vecino-ciclista de Serracines que pasaba por allí y me acercó una botella de agua fresca y un yogur. ¡Me supo a gloria!.
Gracias a todos ellos.