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272 m
4 m
0
4,4
8,8
17,61 km
Megtekintve 337 alkalommal, letöltve 11 alkalommal
közel Las Negras, Andalucía (España)
Una ruta en el PN de Cabo de Gata-Níjar es siempre una apuesta segura, porque nunca defrauda y siempre sorprende y embelesa. Incluso para los que tenemos la suerte de ser de la provincia de Almería y haber hecho rutas por él cientos de veces, cada vez que vuelves, el parque te sigue enamorando.
En esta ruta vais a descubrir una parte de la costa más acantilada y agreste del parque, imposible de recorrer por la línea de costa. Las vistas serán espectaculares, ya que siempre que podamos marcharemos pegados al borde del acantilado.
En la mayor parte del recorrido tendremos vistas a la costa, donde divisaremos calas recónditas; formaciones geológicas diversas, de formas singulares, modeladas por el mar y el viento, tanto de origen volcánico como sedimentario (depósitos marinos de la época en la que estos mares fueron fondos tropicales); acantilados de vértigo; e incluso, llegaremos a poner pie en alguna cala, remansos de paz, luz y belleza, donde el festival de colores estarán asegurado: grises, negros, ocres, blancos, amarillos… en las rocas y, el turquesa, de estas aguas cristalinas.
Todo ello hará que el avance sea lento, contemplativo, deleitándonos con cada bella estampa que se va descubriendo paso a paso. Por tanto, el tiempo de realización de la ruta dependerá mucho de cada grupo, en esta ocasión el grupo era numeroso y nuestro tiempo de ruta se marchó a casi 9 h. En otras ocasiones, con un grupo más reducido, la ruta se ha concluido en 7 h. En cualquier caso esta no es una ruta para hacer marca de tiempo, es una ruta que invita a disfrutarla con calma.
Aunque la ruta tiene bastantes tramos en los que marchamos por veredas, senderos o caminos, la catalogo de MONTAÑERA, pues tiene varias tramos sin sendero, por terreno de mucha pendiente y piedra suelta. Esto quiere decir que es una ruta que requiere tener habilidad para moverse en terrenos descompuestos, de piedra suelta y con pendiente y, por supuesto, disfrutar con ello; porque si no al final te agobiarás. Si eres de los míos disfrutarás de lo lindo.
Los puntos más técnicos serían los siguientes (para un montañero con experiencia no tienen especial dificultad; aunque como es evidente siempre hay que ir atentos, porque los accidentes pueden ocurrir hasta en los lugares más fáciles):
-Ascensión y bajada de la Punta de la Polacra. La dificultad de este tramo radica en que buena parte de la cima de esta punta fue una antigua cantera de adoquines (algo habitual en el PN) y la roca se encuentra muy fragmentada o suelta. Por ello, al llegar a esta zona “devorada” debemos prestar mucha atención en dónde ponemos el pie o dónde nos agarramos, para asegurarnos que la pisada o el agarre de presa siempre sea seguro o estable, es decir, para evitar que el pie se nos vaya o nos quedemos con el agarre en la mano, con la pérdida de equilibrio que eso conlleva. En cualquier caso esta ascensión no es necesario hacerla para la continuidad de la ruta.
-La bajada del Cerro de los Lobos. La dificultad la da la pendiente y el terreno: en algunos puntos piedras sueltas o mucho matorral que nos impide colocar el pie de forma estable. La solución es ir buscando el pasillo en el matorral y evitar pisar la piedra suelta. Para los que tengáis menos experiencia, ganaréis en estabilidad si os vais sujetando en el esparto mientras bajáis.
Hecha más de la mitad de la bajada se encontrará un viejo sendero, que queda bastante bien marcado en el terreo; el cual facilitará el avance. No obstante, no podremos relajarnos, porque como es habitual en Cabo de Gata, el sendero aparece cubierto de piedras.
-La bajada del Cerro de los Guardias. Al igual que la anterior es una bajada con pendiente por terreno con piedra suelta. De nuevo el esparto será vuestro mejor aliado.
En el track os he marcado, con diversos waypoints, los diferentes momentos en los que tendréis alguna vía para avanzar (camino, sendero o vereda) y en los que iréis campo a través.
Señalar que para acceder a la cala de los Monteses en su tramo final tendréis que hacer un destrepe. Se ha colocado una gruesa maroma para ayudar en el mismo, pero si tenéis experiencia ni os hará falta usarla para descender o trepar. No obstante, tened presente que todo lo dicho son apreciaciones personales mías y que lo que siempre debe premiar es vuestra sensatez, en este punto y en toda la ruta, en esta ruta y en cualquier ruta que hagáis en el medio natural.
Tras abandonar la cala de los Monteses nos adentraremos en el valle de Rodalquilar, antigua caldera volcánica. Serán un paseo de 5’6 km, donde disfrutaremos (en el invierno) de un cabo verde y florido (si las lluvias han caído), pues la mejor primavera del cabo se da en los inviernos lluviosos. La ruta todavía nos tendrá guardada algún regalo más: antiguas norias de sangre (algunas reconstruidas), la torre de los alumbres y playas fósiles a los pies del cerro El Romeral.
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Tened presente que tanto el track como la descripción de la ruta deben ser tomados solo como una información orientativa. El entorno natural es un entorno cambiante (donde antes había senderos puede con el tiempo no haberlos, donde antes había pasos fáciles, puede que ya no los haya…) y las condiciones climatológicas pueden complicar hasta la ruta más fácil. Por otra parte, la preparación física y técnica de cada cual añadirá o restará dificultad a cualquier ruta. Por todo ello, es responsabilidad de quién decida realizar la ruta, tomar las medidas de seguridad apropiadas para el itinerario (valorar su forma física y su preparación técnica) y llevar bien estudiada la ruta para solventar cualquier imprevisto que pueda surgir, eximiéndose la autora de responsabilidad alguna, ante cualquier percance que pudiera sufrir quién por voluntad propia o inducida realice la ruta.
QUE LA DISFRUTÉIS y, recuerda, LLÉVATE TODA TU BASURA, POR PEQUEÑA QUE ESTA SEA.
En esta ruta vais a descubrir una parte de la costa más acantilada y agreste del parque, imposible de recorrer por la línea de costa. Las vistas serán espectaculares, ya que siempre que podamos marcharemos pegados al borde del acantilado.
En la mayor parte del recorrido tendremos vistas a la costa, donde divisaremos calas recónditas; formaciones geológicas diversas, de formas singulares, modeladas por el mar y el viento, tanto de origen volcánico como sedimentario (depósitos marinos de la época en la que estos mares fueron fondos tropicales); acantilados de vértigo; e incluso, llegaremos a poner pie en alguna cala, remansos de paz, luz y belleza, donde el festival de colores estarán asegurado: grises, negros, ocres, blancos, amarillos… en las rocas y, el turquesa, de estas aguas cristalinas.
Todo ello hará que el avance sea lento, contemplativo, deleitándonos con cada bella estampa que se va descubriendo paso a paso. Por tanto, el tiempo de realización de la ruta dependerá mucho de cada grupo, en esta ocasión el grupo era numeroso y nuestro tiempo de ruta se marchó a casi 9 h. En otras ocasiones, con un grupo más reducido, la ruta se ha concluido en 7 h. En cualquier caso esta no es una ruta para hacer marca de tiempo, es una ruta que invita a disfrutarla con calma.
Aunque la ruta tiene bastantes tramos en los que marchamos por veredas, senderos o caminos, la catalogo de MONTAÑERA, pues tiene varias tramos sin sendero, por terreno de mucha pendiente y piedra suelta. Esto quiere decir que es una ruta que requiere tener habilidad para moverse en terrenos descompuestos, de piedra suelta y con pendiente y, por supuesto, disfrutar con ello; porque si no al final te agobiarás. Si eres de los míos disfrutarás de lo lindo.
Los puntos más técnicos serían los siguientes (para un montañero con experiencia no tienen especial dificultad; aunque como es evidente siempre hay que ir atentos, porque los accidentes pueden ocurrir hasta en los lugares más fáciles):
-Ascensión y bajada de la Punta de la Polacra. La dificultad de este tramo radica en que buena parte de la cima de esta punta fue una antigua cantera de adoquines (algo habitual en el PN) y la roca se encuentra muy fragmentada o suelta. Por ello, al llegar a esta zona “devorada” debemos prestar mucha atención en dónde ponemos el pie o dónde nos agarramos, para asegurarnos que la pisada o el agarre de presa siempre sea seguro o estable, es decir, para evitar que el pie se nos vaya o nos quedemos con el agarre en la mano, con la pérdida de equilibrio que eso conlleva. En cualquier caso esta ascensión no es necesario hacerla para la continuidad de la ruta.
-La bajada del Cerro de los Lobos. La dificultad la da la pendiente y el terreno: en algunos puntos piedras sueltas o mucho matorral que nos impide colocar el pie de forma estable. La solución es ir buscando el pasillo en el matorral y evitar pisar la piedra suelta. Para los que tengáis menos experiencia, ganaréis en estabilidad si os vais sujetando en el esparto mientras bajáis.
Hecha más de la mitad de la bajada se encontrará un viejo sendero, que queda bastante bien marcado en el terreo; el cual facilitará el avance. No obstante, no podremos relajarnos, porque como es habitual en Cabo de Gata, el sendero aparece cubierto de piedras.
-La bajada del Cerro de los Guardias. Al igual que la anterior es una bajada con pendiente por terreno con piedra suelta. De nuevo el esparto será vuestro mejor aliado.
En el track os he marcado, con diversos waypoints, los diferentes momentos en los que tendréis alguna vía para avanzar (camino, sendero o vereda) y en los que iréis campo a través.
Señalar que para acceder a la cala de los Monteses en su tramo final tendréis que hacer un destrepe. Se ha colocado una gruesa maroma para ayudar en el mismo, pero si tenéis experiencia ni os hará falta usarla para descender o trepar. No obstante, tened presente que todo lo dicho son apreciaciones personales mías y que lo que siempre debe premiar es vuestra sensatez, en este punto y en toda la ruta, en esta ruta y en cualquier ruta que hagáis en el medio natural.
Tras abandonar la cala de los Monteses nos adentraremos en el valle de Rodalquilar, antigua caldera volcánica. Serán un paseo de 5’6 km, donde disfrutaremos (en el invierno) de un cabo verde y florido (si las lluvias han caído), pues la mejor primavera del cabo se da en los inviernos lluviosos. La ruta todavía nos tendrá guardada algún regalo más: antiguas norias de sangre (algunas reconstruidas), la torre de los alumbres y playas fósiles a los pies del cerro El Romeral.
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Tened presente que tanto el track como la descripción de la ruta deben ser tomados solo como una información orientativa. El entorno natural es un entorno cambiante (donde antes había senderos puede con el tiempo no haberlos, donde antes había pasos fáciles, puede que ya no los haya…) y las condiciones climatológicas pueden complicar hasta la ruta más fácil. Por otra parte, la preparación física y técnica de cada cual añadirá o restará dificultad a cualquier ruta. Por todo ello, es responsabilidad de quién decida realizar la ruta, tomar las medidas de seguridad apropiadas para el itinerario (valorar su forma física y su preparación técnica) y llevar bien estudiada la ruta para solventar cualquier imprevisto que pueda surgir, eximiéndose la autora de responsabilidad alguna, ante cualquier percance que pudiera sufrir quién por voluntad propia o inducida realice la ruta.
QUE LA DISFRUTÉIS y, recuerda, LLÉVATE TODA TU BASURA, POR PEQUEÑA QUE ESTA SEA.
2 hozzászólás
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Ángel Ga Ga 2020.11.28.
Hoy he hecho una muy similar..me ha ayudado bastante .. gracias!
cerroalmirez 2020.12.05.
Me alegro. De nada